Esta propuesta arquitectónica es el resultado del desafío de diseñar un espacio dando a los materiales un uso distinto al habitual en una obra convencional.
Se trata de una declaración de las posibilidades de la arquitectura y de cómo esta es capaz de tratar el entorno y sus materiales. En este contexto, la obra pretende profundizar en los conceptos de temporalidad, movilidad, banalidad y rendimiento.
Todos los materiales empleados en la construcción de esta intervención son de segunda mano o reciclados. Los materiales han sido ensamblados de modo que todos ellos pueden volver a utilizarse una vez desmontada la obra. Fueron necesarios dos días para la instalación de esta propuesta y su peso total no supera los 35 kg.